Sala de Prensa

Volver

Renovables sí y también serán aquí

Publicado

1/12/23

en

DIARIO LEVANTE - EMV

Lambeto Camacho, Consejero de Ibox Energy.

Durante ocho años, miembros del anterior Consell señalaron en diversas ocasiones que para conseguir un verdadero impulso económico y social de la Comunitat Valenciana era necesario un decidido aumento en el desarrollo de energías renovables. El objetivo de lograr independencia energética se convirtió en uno de los ejes fundamentales de su mensaje político. La realidad, sin embargo, es que el atasco administrativo de los expedientes de proyectos, sobre todo fotovoltaicos, sigue siendo un problema, pese a que intentaron dar alguna solución de última a la congestión burocrática que apenas si se quedaron en «buenas intenciones».

El actual Consell, presidido por Carlos Mazón, se ha puesto manos a la obra para conseguir, según declaró en su momento, levantar el tapón que impide el desarrollo de los proyectos fotovoltaicos. Lo cierto es que, de momento, la Comunitat mantiene un considerable retraso en la puesta en marcha de plantas de renovables respecto al resto de España. Comenzó 2023 con 426,40 MW de fotovoltaica conectados a la red y en octubre se alcanzaron los 457 MW, apenas 30 MW más. En años anteriores, la evolución fue todavía peor: en 2020 se instalaron 0 MW; en 2021, 43 MW, y en 2022, 11 MW. A tenor de estos datos, la sequía renovable en la Comunitat Valenciana es indudable.

Conseguir la soberanía energética requiere estrategia, decidida planificación y mucho y real empeño por encima de simples mensajes electorales, máxime cuando los nuevos tiempos hacen prever que la dependencia industrial de países como China y la energética de Oriente Próximo, comienza a ser poco sostenible. La tendencia marca el advenimiento de una nueva ola industrial que en realidad ya está aquí y España tiene que ser capaz de aprovechar esta oportunidad, y será imposible atraer inversiones e industrias sin energía barata. Algunas comunidades autónomas son conscientes de este reto y con gran visión de futuro se han puesto desde hace tiempo manos a la obra. Andalucía, por ejemplo, con 5 GW de potencia fotovoltaica instalada, además de reforzar el impulso a otras tecnologías renovables, como es el desarrollo de plantas de hidrógeno verde alimentadas con energías renovables, solar o eólica. La Comunitat Valenciana anunció en marzo de 2022 la Estrategia del Hidrógeno Renovable que para 2030 prevé una producción de 75.000 toneladas en la región, con inversiones que superarán los 2.000 millones de euros en los próximos años. En septiembre de este año, la Generalitat anunció la creación del Pacto Valenciano del Hidrógeno Verde, HyVAL, que actuará como un consorcio público privado. Iniciativas todas ellas muy loables y de gran importancia para conseguir revitalizar la industria de la zona con energía limpia y sostenible. Estamos seguros de que el actual Consell hará lo imposible por llevarlas a buen puerto, aunque de momento preferimos mantenernos a la expectativa hasta ver los primeros resultados, a tenor de la falta de voluntad política que esta Comunidad ha mostrado en lo que a la puesta en marcha de proyectos de energías renovables se refiere.

Y esa falta de impulso, de iniciativas, se debe en gran parte a la táctica obstruccionista hacia las plantas de renovables mantenida por determinados grupos políticos que quizá no terminan de entender la relevancia que las renovables tienen en el desarrollo económico y en el bienestar social, lo que ha provocado que la Comunitat Valenciana pierda grandes oportunidades para situarse en una posición de liderazgo empresarial y económico. Una línea de actuación que, lejos de beneficiar a los ciudadanos, perjudica a una sociedad demandante de electricidad limpia y barata, procedente de instalaciones renovables que crean empleo y riqueza para las comunidades donde se asientan. Potenciar el progresivo desarrollo de las energías renovables es una necesidad imperiosa para alcanzar la soberanía y seguridad energética con el máximo respeto al medio ambiente.

Por supuesto que el aumento de plantas productoras de energías renovables no debe ser a cualquier precio. Uno de los fundamentos en los que ha de asentarse la transición energética es la protección de los territorios, la conservación de la biodiversidad y la defensa de la naturaleza y del entorno. Es imprescindible que dicha transición avance en la descarbonización, reduzca el precio de la electricidad y nos proporcione más seguridad en el suministro energético, cumpliendo, por supuesto, no solo con las exigencias que marquen las normativas vigentes en materia de tramitación de plantas, sino dando un paso más en la búsqueda del máximo beneficio social. Lograr mejorar la vida de las personas ha de ser una máxima en el compromiso de toda empresa de energías renovables.

Así lo entendemos en Ibox Energy, compañía solar fotovoltaica, con más de 1,8 GW de potencia en España, de los que una parte significativa están en la Comunitat Valenciana. Tenemos unos estándares muy rigurosos y exigentes en lo que se refiere al respeto y defensa de la biodiversidad, con la máxima comprensión a la sensibilidad social que existe en determinados entornos rurales y, por supuesto, poniendo en práctica todas aquellas actividades que contribuyan a mejorar el bienestar de las personas y generen un impacto positivo real en las localidades donde tenemos presencia.

Por mucho que se empeñen los detractores de las plantas fotovoltaicas, la transición energética no se puede hacer solo con placas en los tejados o en suelos urbanos. El consumo eléctrico se incrementará de manera notable en los próximos 15 años y el autoconsumo sólo puede satisfacer una parte pequeña de las necesidades energéticas. Sin centrales térmicas, contaminantes, y con las nucleares en proceso de cierre más temprano que tarde, ¿qué tecnología será capaz de satisfacer las necesidades energéticas de las empresas y particulares para no perder la oportunidad, una vez más, de subirnos al tren de esta nueva ola industrial que está a la vuelta de la esquina? De seguir así, el desastre para comunidades como la valenciana está servido. Valencia es una comunidad rica, importante, con grandes empresarios y emprendedores, con gran potencial de crecimiento y que para mantener e incrementar su nivel de desarrollo económico y de empleo, necesita energía barata y limpia, sostenible, que preserve la biodiversidad y proteja el territorio, y eso no se logra con mensajes radicales que se revisten de medioambientales. El president Carlos Mazón tiene un claro compromiso con las energías renovables. No solo como parte de su programa de Gobierno, sino que lo está demostrando con hechos, y aunque todavía le queda una tarea ardua por delante, estamos seguros de que su empeño se verá recompensado para lograr que la Comunitat Valenciana ocupe la posición de liderazgo que merece. ¡Renovables sí, y también serán aquí!

Descargar PDF

Director de Comunicación

Javier Solis
+34.91.438.42.58

Síguenos en redes

Ibox Energy es una compañía miembro de UNEF (Unión Española Fotovoltaica) y de APPA (Asociación de Empresas de Energías Renovables)

Si desea contactarnos puede enviar un correo

info@iboxenergy.com

Puede enviarnos su CV

rrhh@iboxenergy.com

— Redes sociales

Todos los derechos reservados ©Ibox Energy 2021.